De qué trata el proyecto CCG

Pues es... un proyecto, sin lugar a dudas, carente de pretensiones cuando lo imaginé por primera vez, y más y más personal a medida que han ido pasando los años. 
Cartas desde un Campamento Guerrero comenzó como comienzan todas las ideas locas de recreo. O las ideas temporales para pasar ratos muertos. La diferencia comenzó a remarcarse cuando acudía a esa idea temporal a menudo, cada vez que tenía ocasión, hasta que dejé de acordarme de ella cuando no tenía nada que hacer (o no quería, yo fui mucho de dibujar en clase), para retomarla con verdadero deseo siempre que podía.

Si me remonto al verdadero origen de toda esta historia, el germen, la semillita con a penas forma de la que iría brotando todo, me sitúo en el curso de 3º cuando cursaba la ESO. Estos últimos años he intentado encontrar a la que había sido mi profesora de Lengua, Susana. Ese curso, además de Lengua, dio clases de la optativa 'Técnicas de expresión escrita''. Tremenda maravilla fue, tal como lo veo ahora, haber marcado aquella casilla.
Si trato de hacer una comparación de aquellos primeros pasajes con lo que es la historia en si hoy en día, resulta ridículo. CCG ha cambiado, mutado y ha llegado a límites irreconocibles de lo que entonces fue una descripción de un personaje, un trabajo que habíamos tenido que hacer para un día concreto, inventado por nosotros y modelado de la manera más artística que pudiéramos. Hoy en día ese personaje, un mago, sigue existiendo, pero con otro nombre, otra naturaleza, otro origen, otro sexo y otras muy diferentes cualidades.
Aquella descripción de personaje, de carilla y media, fue simplemente el detonante. En realidad Susana había sembrado en mi un amor profundo por la literatura y la lengua escrita desde que había comenzado a darle clase a mi curso desde 2º. Los vientos de la tormenta comenzaron a girar desde el momento que decidió que, en todas sus clases, a 20 minutos de que esta terminase, repartiría entre nosotros una fotocopia de un cuento corto, o un relato, de algún autor que llevaba muerto 200 años y nos lo leería en voz alta. 
Es, sin duda alguna, la primera persona a la que debo agradecerle todo esto.

Y el resto, es historia. Todo lo demás surgió como suelen surgir las grandes historias, los mundos paralelos, los conflictos entre personajes que parecen surgir de la nada. Escribí historias similares durante mi adolescencia y en mi salida de ella. Escribí muchos primeros capítulos, escribí sobre personajes que más tarde reciclaría en otros nuevos, y rescaté muchas cosas de aquella época que conservan forma y nombre. También tuve mis épocas de jugar a rol, lo cual resultó un ejercicio fantástico para lo que vendría después, y leí mucha fantasía heroica.
De eso viene a tratar este proyecto; del propósito de crear un nuevo mundo donde transcurren las complicadamente románticas vidas de vivos, muertos y entes divinos, la magia es una sustancia espesa y vibrante y tanto dioses como elementos adquieren piel, rostro y mezquina voluntad.

-Alba Porta, Rolsfer


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